Cuidado y mantenimiento de las superficies de tu cocina de acero inoxidable

El acero inoxidable es un material que, además de ser estéticamente atractivo, es resistente a la corrosión y al desgaste. Sin embargo, como cualquier otro material, requiere de ciertos cuidados para conservar su brillo y apariencia. Acá encontrás todo lo que necesitás saber para que tu cocina de acero inoxidable luzca siempre como nueva.

1. La importancia de la limpieza de la cocina

La limpieza regular es una tarea que no podemos evitar, pero cuando se trata de cocinas de acero inoxidable para la casa, la rutina de limpieza puede ser más sencilla de lo que pensás. El truco está en hacerlo con regularidad. 

Al limpiarla a menudo, evitás la acumulación de grasa y otros residuos que pueden dañar la superficie. Un paño suave y agua tibia son suficientes para una limpieza diaria. Si notás manchas o huellas dactilares, podés usar un poco de jabón neutro.

2. Cómo limpiar una cocina de acero inoxidable

Si bien la limpieza diaria es esencial, a veces necesitamos hacer una limpieza más profunda. Estos son algunos consejos sobre cómo limpiar una cocina de acero inoxidable:

• Evitá los trapos y esponjas o virulanas abrasivas: pueden rayar la superficie. En su lugar, optá por paños suaves o esponjas no abrasivas.
• Secá siempre la superficie: después de limpiarla, es fundamental secarla para evitar manchas de agua. Usá un paño suave y seco, y seguí la dirección del grano del acero para obtener mejores resultados.
• Usá productos específicos: en el mercado, existen productos diseñados especialmente para el acero inoxidable que no solo limpian, sino que también protegen la superficie contra futuras manchas.

3. Cuidados adicionales para prolongar la vida de tu cocina

Más allá de la limpieza, hay otros aspectos que debés tener en cuenta para cuidar tu cocina de acero inoxidable:

• Evitá el contacto con objetos afilados: cuchillos, tenedores y otros utensilios pueden rayar la superficie si no se manejan con cuidado.
• Protegé la superficie de productos corrosivos: productos como el cloro o algunos limpiadores pueden dañar el acero inoxidable. Asegurate de no dejar estos productos en contacto directo con la superficie por mucho tiempo.
• Controlá la humedad: aunque el acero inoxidable es resistente a la corrosión, la exposición prolongada a la humedad puede afectar su apariencia. Si tu cocina está cerca de una ventana o puerta, asegurate de que esté bien sellada para evitar la entrada de humedad.

Tener una cocina de acero inoxidable en casa es una inversión que vale la pena no solo por su belleza y durabilidad, sino también por la facilidad de mantenimiento. Con estos consejos podés asegurarte de que tu cocina va a lucir impecable por muchos años. Así que, ¡manos a la obra y a disfrutar de ese espacio tan especial en tu hogar!