¡Tips para sacar el máximo provecho de tu horno y cocinar mejor que nunca!

Utensilios para el horno

Lo primero que debés asegurarte es que siempre los utensilios a utilizar sean adecuados, aptos para asar y resistentes al calor. Los materiales más habituales son pyrex (que es un tipo de vidrio con óxidos de silicio y boro), barro, silicona, cerámica, piedra, hierro, acero inoxidable, metal y aluminio, además de bandejas, moldes para tartas y bizcochos. Sea cual sea, siempre debes leer las indicaciones que da cada fabricante en sus productos, antes de meterlos en el horno, para cocinar con todas las garantías de que estos son para dicho sector y así, evitar desastres.

Contá siempre con guantes adecuados y resistentes al calor para evitar quemarte, y desde luego los más recomendables son los de silicona o unas asas del mismo material. Evitá usar trapos húmedos, ya que son conductores del calor.

Optá por fuentes planas, en lugar de hondas, ya que su mayor superficie facilita un cocinado más rápido y homogéneo.

Respecto a las bandejas que viene dentro del horno, te aconsejamos que uses la parrilla para recipientes, moldes, asados y platos congelados, mientras que la bandeja esmaltada plana se recomienda para bizcochos, pasteles, galletas, repostería, platos congelados o asados de tamaño grande.

Por qué hay que precalentar el horno

En casi todas las recetas que se preparan en el horno, uno de los primeros pasos es precalentar durante 15 minutos antes (hay algunas, las menos, que arrancan desde frío) a los grados que nos marque cada elaboración.Y esto tiene mucho que ver con la temperatura, ya que si no es la correcta (al igual que el tiempo de horneado), afectará al sabor y a la textura de nuestro plato.

Un precalentado previo del horno, además de acelerar la receta, también nos ayuda a que la cocción se produzca de forma homogénea por todo el producto.

Ingredientes y temperaturas

Casi cualquier alimento es susceptible de ser cocinado en el horno, a veces directamente y otras sometido a algún otro tipo de cocción previa, ya que el mismo tiene la enorme ventaja de que mantiene en gran medida el sabor natural de cada producto, que se cocina en su propio jugo, y no necesita ni tanta grasa/aceite, ni tantos otros condimentos como en el caso de, por ejemplo, las frituras.

Para que no se peguen los alimentos procura echar un poco de aceite en la base del recipiente que uses para hornear, cubrir con papel resistente al calor (por ejemplo, aluminio) o usar una esterilla de silicona, sobre todo si lo hacés directamente en la bandeja del propio horno.

Ahora bien, pasamos a las temperaturas adecuadas según lo que vayamos a cocinar.

Cabe aclarar que las que mencionaremos más adelante son orientativas, ya que siempre depende de cada producto, receta y de la potencia de tu horno. Entre 180-200ºC se suele ser ideal para cocinar correctamente el pollo; a 200ºC las carnes; entre 160 y 180ºC los pescados; la repostería entre 150 y 180ºC; las pizzas a 220ºC; el pan a 200ºC y las verduras entre 180 y 200ºC.

Se recomienda no abrir el horno durante el cocinado, para que no haya alteraciones bruscas de temperatura, ya que eso puede alterar el resultado final.

Limpieza y mantenimiento

Mantener tu horno siempre limpio significa brindarle una mayor durabilidad y vida útil. Para ello, hay productos específicos industriales, además de múltiples opciones caseras de limpieza, que podrás encontrar en nuestro blog. Eso sí, esperá siempre a que se enfríe del todo para hacerlo y no te olvides de quitar los restos tanto de las paredes, las bandejas, el suelo así como el fondo.

Recetas al horno

Esperamos que te haya sido útil esta información para que disfrutes de todas tus recetas e incursiones en el mundo de la cocina de la forma más práctica y sin inconvenientes.

¿Tenés alguna duda o consulta? Dejala en los comentarios y te ayudamos a resolverla.