Cómo lograr la temperatura adecuada del aceite a la hora de cocinar

¿Qué aceite elegir?

Tanto el aceite de girasol como el de oliva son los más elegidos a la hora de cocinar, por eso es muy importante aprender a usarlos correctamente.

En el caso del aceite de girasol, debemos procurar que el mismo sea 100% girasol y no aceite mezcla, ya que éste último -como su nombre lo indica- es la combinación de diversos aceites y eso hace que sus propiedades naturales se vean diluidas y por ende, reducidas. Igualmente, la mejor opción para freír y cocinar, aunque haya personas que crean lo contrario, es el aceite de oliva virgen extra, ya que previene las enfermedades cardiovasculares, contribuye a reducir los niveles de colesterol y le da un toque único a tus platos.

Sin embargo, sin importar tanto la variedad, lo realmente importante es controlar la temperatura del aceite para obtener siempre resultados perfectos y evitar la aparición de sustancias nocivas.

La importancia de la temperatura del aceite

Si el aceite sobrepasa los 180º se pueden formar compuestos perjudiciales que alteran químicamente al aceite y por consiguiente a los alimentos, creando amargor y afectando a sus propiedades, volviéndose más difícil de digerir y siendo dañino para la salud.

Asimismo, el aceite de oliva sigue siendo el más recomendado para freír, ya que soporta durante más tiempo las altas temperaturas, sin impregnarse excesivamente a las comidas.

Cada plato tiene su temperatura

Si bien no podemos medir la temperatura exacta de nuestro aceite, podemos calcularlo con la apertura de la perilla de gas que utilizamos al encender la hornalla:

• Fuego corona: Es el mínimo de llama que podemos conseguir, el cual mantendrá el aceite controlado y en temperaturas más bien bajas durante un tiempo más prolongado. Se realiza llevando la perilla hasta casi apagar la hornalla, y se le llama así por la forma que toma el fuego al emerger en tan baja cantidad. Es perfecto para preparar salsas y platos que conllevan mucho tiempo de cocción lenta, además de ser una buena opción para calentar o mantener los alimentos calientes de forma pareja, ya que no elevará la temperatura del aceite en exceso, al menos por varios minutos.

• Fuego en mínimo: Ideal para cocinar con aceite a baja temperatura platos como tortillas con aceite de oliva, panqueques, dientes de ajo, etc.

• Fuego medio: Con este fuego, el aceite tendrá temperaturas adecuadas para cocinar comidas como milanesas, cortes finos de carne, pechugas, como también sellar carnes más gruesas, saltear verduras o hacer revueltos con huevo.

• Fuego alto: El que más control requiere, que se utiliza para preparar platos como papas fritas y demás frituras, en una olla con gran cantidad de aceite. Para corroborar que está a la temperatura correcta, podés arrojar un pequeño trozo de papa (o de lo que vayas a freír), y si el mismo se sumerge y luego de unos instantes emerge a la superficie, la temperatura será la ideal. Si apenas arrojás ese pequeño trozo de comida y este inmediatamente flota, la temperatura es demasiado alta. Cuando logres la temperatura correcta de tu aceite, colocá con sumo cuidado lo que vayas a cocinar para evitar quemaduras y procurá que no caiga agua sobre la olla en cuestión.

Ahora sí, ya sabés cómo usar el aceite en tu cocina de la manera más saludable y a la temperatura adecuada, en base a los distintos platos que vayas a preparar. ¡Probá y contanos!

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