Cómo instalar tu cocina a gas: una guía paso a paso

La cocina es el lugar de encuentro de toda la familia. Pero, ¿qué pasa cuando ese escenario necesita una renovación? Si estás pensando en cambiar tu vieja cocina eléctrica o simplemente quieres darle un giro a tu espacio, la instalación de una cocina a gas puede ser la respuesta. 

La instalación de una cocina a gas no es un juego de niños. Aunque pueda parecer sencillo, es un proceso que requiere precisión, conocimientos técnicos y, sobre todo, seguridad. Por eso, aunque te brindaremos un panorama general sobre cómo se realiza, siempre recomendamos que la conexión al servicio o la instalación de los caños la lleve a cabo un profesional matriculado. Dicho esto, veamos el paso a paso.

1. ¿Por qué optar por una cocina a gas?

Las cocinas a gas tienen una serie de ventajas que las hacen destacar frente a otros tipos de cocinas. Primero, ofrecen un control más preciso de la temperatura, lo que es esencial para ciertas preparaciones culinarias. Además, son más económicas en términos de consumo energético. Pero, claro, para disfrutar de estos beneficios, primero hay que instalarla.

2. Preparativos antes de la instalación

Antes de empezar con la instalación de cocina a gas, es fundamental que verifiques la altura de boca de gas para la cocina, que debe estar entre 60 y 70 cm del suelo para que la conexión sea segura y eficiente.

También es esencial que el lugar donde se instalará la cocina esté bien ventilado. Esto garantiza que, en caso de una pequeña fuga, el gas no se acumule y cause problemas mayores.

3. El proceso de instalación

Aunque siempre recomendamos que un experto realice la instalación, es bueno que conozcas los pasos generales:

1. Cerrar la llave de gas: antes de hacer cualquier conexión, asegurate de cerrar la llave de gas principal.
2. Verificar la conexión: la conexión para la cocina a gas debe ser la adecuada. Es fundamental que uses una manguera homologada y que esta no presente fisuras o desgastes.
3. Conectar la manguera: una vez verificada, conecta la manguera a la boca de gas y a la cocina, asegurándote de que ambas conexiones estén firmes.
4. Comprobar fugas: una vez realizada la conexión, abrí la llave de gas y con una esponja con agua jabonosa, pasala por las conexiones. Si ves burbujas, es señal de que hay una fuga y deberás cerrar la llave inmediatamente.

Instalar una cocina a gas es una decisión inteligente para aquellos que buscan eficiencia y precisión en la cocina. Sin embargo, como cualquier tarea que involucre hidrocarburos potencialmente tóxicos, es esencial priorizar la seguridad. No olvides que contás con nuestro equipo de servicio técnico autorizado para ayudarte a realizar estas tareas. Si estás listo para darle un giro a tu cocina, ¡adelante! Pero siempre con precaución y responsabilidad. ¡Buena suerte!